El blanqueamiento dental es un tratamiento estético conservador, relativamente simple y rápido, indicado en el tratamiento de dientes con tinciones (manchas y decoloraciones), cuyo objetivo es aclarar el tono original de los dientes, devolviendo un color adecuado a las necesidades estéticas en el menor tiempo posible, con procedimientos simples e indoloros, sin apenas efectos secundarios.
Las tinciones de los dientes pueden ser de origen interno o externo. Antes de someternos a un blanqueamiento es necesario determinar las causas de la tinción, ya que en función de éstas podremos recomendarle una técnica u otra.
Sí se puede hacer. La técnica es sencilla, sin efectos secundarios y con efectos inmediatos. Lo importante es la evaluación previa del diente, para determinar el estado en que se encuentra y ver si es factible efectuar el blanqueamiento.
Las técnicas de blanqueamiento dental son las más utilizadas para devolver un aspecto sano, brillante y natural a nuestra dentadura. Constituyen actualmente uno de los recursos con mejores expectativas dentro de los tratamientos estéticos, por ser sencillos y por la duración de sus resultados.
Los tratamientos para el blanqueamiento de dientes son procedimientos no invasivos e indoloros, de resultados inmediatos que hacen sentir al paciente una agradable y mejor apariencia. Engloban desde el uso de agentes blanqueadores foto-activables en clínica con lámparas de luz fría de arcada completa de última generación, a veces combinándolo con aplicaciones de geles en cubetas por el propio paciente en su casa.
Si bien cada uno de estos métodos es seguro y eficaz, siempre le recomendaremos el tratamiento apropiado según el estado de sus dientes, así como de los resultados que podamos obtener. En algunos casos se puede experimentar cierta sensibilidad en los dientes después de una sesión de tratamiento, pero ésta es pasajera y existen remedios para combatirla.